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EUROKRISIS

El Consejo de Europa, un organismo islamizador

El Consejo de Europa, un organismo islamizador

PIDE MEDIDAS PARA FRENAR LA ISLAMOFOBIA

El Consejo de Europa aboga por vigilar la financiación extranjera de las mezquitas

§ Pide que los líderes animen a los musulmanes a aceptar el carácter secular de Europa

§ Insta a promover los valores europeos en las escuelas musulmanas

§ La Asamblea pide combatir la islamofobia y ’reaccionar contra los discursos de odio’

§ Recuerda que es la segunda religión de Europa y la primera en algunos de sus países

 

AMANDA FIGUERAS

MADRID.- La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa ha adoptado una resolución en la que insta a sus 47 países miembro a trabajar mano a mano con las comunidades musulmanas en Europa para reducir el potencial de atracción que pueden ejercer sobre algunos individuos los grupos fundamentalistas.

El organismo —en el que están representados todos los países europeos excepto Bielorrusia— reconoce la gravedad de la situación tras atentados terroristas como el del 11-M, perpetrados por personas que invocan el islam extremista como su fuente de inspiración, y alerta contra la confusión entre el islam y el fundamentalismo como una ideología.

El Consejo de Europa fue una de las instituciones que criticó el documental contra el Corán del diputado ultraderechista holandés Geert Wilders. En un comunicado, aseguró que se trataba de un trabajo de "manipulación que explota la ignorancia, el prejuicio y el miedo".

Control por parte de los Gobiernos

La Asamblea felicita en su resolución a los líderes musulmanes, organizaciones y creadores de opinión que han condenado con firmeza el terrorismo. Mientras, critica la responsabilidad de los Gobiernos en las raíces de las situaciones que dejan el terreno fértil para que crezca el extremismo.

Pone como ejemplos la pobreza, la discriminación y la exclusión social contra los que insta a trabajar. "El consejo de Europa debe continuar siendo vigilante para prevenir y combatir el fenómeno de la islamofobia".

Por otra parte, en su texto pide a los Gobierno que supervisen el papel desempeñado por los países extranjeros en la financiación de mezquitas y la designación de imanes, "para asegurarse de que estas acciones no están utilizadas para promover visiones extremistas".

También recomienda la creación de cursos, si es posible en las universidades, para formar a los imanes dentro de los propios países miembro.

Los países han acordado incentivar la apertura de un "discurso público e inclusivo sobre las consecuencias de su política extranjera en la radicalización" y a hacer proyectos informativos sobre la "contribución del islam a las sociedades occidentales para superar los estereotipos".

Islam, parte de Europa

En esta resolución, relativa al informe titulado "Las comunidades musulmanas europeas frente al extremismo", se recuerda que el islam es un componente más de las sociedades europeas. Es la segunda religión en Europa y la que profesa la mayoría de la población en algunos de sus Estados miembro, así como las poblaciones inmigrantes o sus descendientes, que suponen una alta parte de la población.

Por ello, anima a los Gobiernos a esforzarse en crear medidas que ayuden a los inmigrantes musulmanes y a sus hijos a integrarse en la sociedad evitando la discriminación en el acceso al empleo, la educación, la vivienda o los servicios públicos. En este contexto, destaca su apoyo a las actividades relacionadas con la Alianza de Civilizaciones promovida por España y Turquía.

Desarrollar actividades específicas para promover la integración entre los jóvenes; animar a la participación de los inmigrantes o ciudadanos de origen extranjero en la política, sindicatos y ONG, así como asegurar la igualdad de oportunidades son algunas de las recomendaciones concretas que lanzan a los Estados Miembros.

La resolución también se dirige hacia los líderes musulmanes en Europa, a quienes insta a animar a los creyentes a que participen completamente en la sociedad y acepten el carácter secular del país en donde viven. Asimismo, pide que se promueva la transmisión de los valores europeos dentro de escuelas religiosas, y entre la gente joven en concreto, destacando su compatibilidad con la fe musulmana.

Insta a "eliminar los innecesarios obstáculos legales o administrativos para la construcción de lugares apropiados para la práctica del islam" y pide que los Gobiernos se aseguren de que "los libros de texto no retraten el islam como hostil o amenazante".

’Necesitamos la Alianza de Civilizaciones’

El ponente del informe, el legislador popular portugués Joâo Bosco Mota Amaral, apoyó el Estado laico, porque garantiza la libertad de culto y la coexistencia pacífica entre los diferentes cultos y los agnósticos, y aseguró que "necesitamos la Alianza de Civilizaciones", según informa EFE.

Por otra parte, la legisladora socialista turca Birgen Keles señaló que "sería mejor hablar de fundamentalistas, en vez de islámicos" y varios diputados de la misma nacionalidad intentaron, sin éxito, sacar adelante cinco enmiendas para sustituir, en otros tantos artículos, el término "islámico" por el de "religioso".

Mota Amaral se negó a ello rotundamente porque "hablar de fundamentalismo islámico no significa que no haya otros tipos de fundamentalismo".

España es el país número 20 en el Consejo de Europa, institución con sede en Estrasburgo (noreste francés), que nació en 1949 diez países y que ahora cuenta con 47 naciones. Sus objetivos principales son la defensa de los derechos humanos, la democracia pluralista y la primacía del derecho, así como la lucha contra la discriminación, xenofobia, crimen organizado y terrorismo. Su órgano más emblemático es el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

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