El Ayuntamiento socialista de Gijón, con el apoyo económico del Gobierno de Asturias, financia una campaña en la que se considera imbécil, literalmente, a todo hombre que no sea “negro, marica, moro” y “sudaca” y a toda mujer que no sea “puta”. A los hombres y mujeres que no somos nada de lo que dice ese letrero tan progresista nos consideran “diferentes” y nos insultan.
Pongamos un ejemplo contrario e imaginemos qué pasaría si alguna administración pública o particular lo colocasen a la vista de todos. Imaginemos un letrero que rezase “Soy blanco, soy cristiano, soy heterosexual y soy decente; el diferente eres tú, imbécil”. Sin duda el letrero en cuestión tendría razón en afirmar que en España lo “diferente” es que no sea lo que se afirma, sobrando el “imbécil”, puesto que el hecho que alguien sea diferente no significa que vaya a ser imbécil. Si un letrero así apareciese en las calles enseguida tendríamos a todos los buenrollistas ladrando y rebuznando con su grito de guerra habitual: “racistas, xenófobos, nazis”. Recordemos la que se organizó en Mallorca por un catel en el que se prohibía la entrada en un establecimiento a perros y rumanos, sin insultar a nadie. Ahora sin embargo se paga con dinero público un anuncio que insulta y discrimina al porcentaje de población española mayoritario.
Pues sí progres, sí. Según vuestro cartel, soy imbécil. Y a mucha honra!
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