Bueno, vamos a acabar el día con unas risas:
La unión fue anulada “por error sobre las calidades esenciales del cónyuge” por un veredicto del tribunal de Lille (norte de Francia) pronunciado en abril.
Luego que su novia le hubiera afirmado ser pura y casta, un valor esencial para él, en la noche de bodas, el 8 de julio de 2006, el hombre descubrió que la mujer no era virgen.
El abogado justificó la decisión de recurrir a un procedimiento de anulación y no de divorcio, al considerar que el matrimonio nunca tuvo lugar.
El tribunal estimó que el esposo había concluido la unión “bajo el imperio de un error objetivo” y que “tal error era determinante en su consentimiento”, según el veredicto publicado en una revista jurídica.
Esta decisión es “perfectamente lógica”, estimó el abogado, pues “la esposa reconoció que había mentido”.
Para el letrado, la cuestión de la religión “no es esencial”, pero sí el hecho de que se tratara de una mentira, explicando que lo mismo habría sido si hubiese ocultado un pasado judicial, el hecho de haber estado casada o el haberse prostituido.
El abogado citó también un veredicto de 1862, que anuló un matrimonio luego de que la mujer descubriera que su marido había sido condenado en el pasado a trabajos forzados.
Esta correctamente razonado, en mi opinión, pero mejor será que la señora vaya pidiendo protección policial…
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