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EUROKRISIS

El obispo anglicano de Rochester planta cara a los musulmanes

El obispo anglicano de Rochester planta cara a los musulmanes

Michael Nazir-Ali, obispo anglicano de Rochester: La "susceptibilidad" hacia los musulmanes "ha ido demasiado lejos"

04.06.08 • 03:00 GMT • Javier Monjas - Madrid Email
  • El Home Office dejará fuera de toda responsabilidad penal a los extremistas musulmanes que sean considerados “vulnerables” y se sometan a un proceso de “desrradicalización”


Hace unos días, la policía de West Midlands -famosa por sus denuncias ’dhimmis’ de periodistas (ND) tanto como por las disculpas a que se ve obligada por ellas- prohibía a dos misioneros cristianos estadounidenses repartir resúmenes de biblias en determinado barrio porque era un "área islámica", y porque intentar convertir a musulmanes al cristianismo es un "delito de odio". Eso dijo, entre graves advertencias, el policía musulmán que llevaba la voz cantante. Hace unas semanas, un obispo anglicano declaraba que en el Reino Unido ya hay muchas “zonas vetadas” a los no musulmanes (ND). No le faltaba razón. De hecho, algunas policías se encargan de ello. Pero, tras su denuncia, al prelado le cayó un diluvio de amenazas de muerte que le obliga a vivir desde entonces en la semiclandestinidad, bajo constante vigilancia. Enfrentado no sólo a unas organizaciones islámicas que le odian, sino también a la tibieza y a los “rodeos” de las élites políticas y eclesiales, Michael Nazir-Ali, obispo de Rochester, traspasaba en los últimos días varias de las líneas marcadas a medias por el miedo y el multiculturalismo en su audaz ofensiva por “recuperar el nervio”. Y lo hacía con una contundente advertencia: “Hemos ido demasiado lejos en la susceptibilidad respecto a los musulmanes”.

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Por ejemplo, ayer mismo. El Daily Telegraph desvelaba un plan del gobierno británico por el que se dedicarán 12,5 millones de libras (15,8 millones de euros) a un programa de “desrradicalización” de extremistas musulmanes. Lo que ha causado alarma en amplios sectores británicos no es sólo que se dediquen grandes cantidades de fondos extraordinarios a ‘terapias’ de este tipo, sino que los sometidos a ellas quedarán de forma automática exentos de cualquier responsabilidad penal.

"Islamistas radicales vulnerables"

El informe del Home Office que lo desvelaba afirma: "No queremos someter al sistema de justicia criminal a aquellos que son vulnerables al extremismo violento, o están siendo conducidos a él, a menos que hayan cometido claramente un delito". Por ello, se deja en la responsabilidad de los ayuntamientos un programa que pretende "apoyar a las personas más vulnerables" de entre la comunidad musulmana, pero que las exonera de rendir cuentas ante la ley por la defensa activa de unas ideas ilegales en el sistema democrático del país.

A la vista de noticias como esta, volvían a cobrar actualidad las recién escritas palabras de Michael Nazir-Ali, el rebelde obispo anglicano que sentenciaba cómo, en el Reino Unido, se ha tenido excesiva “susceptibilidad” con los musulmanes. “Creo que hemos ido demasiado lejos, y lo que necesitamos ahora es recuperar el nervio”, declaraba Nazir-Ali en relación a lo que ve no sólo como el abandono de los musulmanes que quieren acogerse al cristianismo, por miedo a la reacción, generalmente violenta -de palabra o de acción- de la comunidad islámica, sino también a la simple y decidida voluntad de la Iglesia de extender el cristianismo entre otras confesiones, incluida la musulmana. “Nuestra nación está enraizada en la fe cristiana, y esa es la base para acoger a personas de otras creencias. No se puede tener una conversación franca cuando ésta se basa en no decir las cosas claras”.

Obligación de convertir a los musulmanes

En realidad, lo que la Iglesia de Inglaterra discute -en medio de fuertes turbulencias internas por la actitud a adoptar frente a los desafíos de los musulmanes en el país (ND)- es la recuperación del “espíritu misionero” cristiano, es decir, traer de vuelta lo que algunos miembros de su sínodo ven como un “mandato bíblico” -sancionado por el propio Jesucristo- de extender la fe cristiana entre los creyentes de otras religiones. Este es un tema que la corrección política y el multiculturalismo han llevado primero a ser eludido y, precisamente en el caso de los musulmanes, a ser “abandonado”, cuando no condenado, entre otras razones de renuncia política y religiosa, por motivos de simple seguridad personal y social.

Nazir-Ali fue el candidato que compitió con Rowan Williams por el arzobispado de Canterbury. Finalmente, fue este último quien consiguió mayores apoyos para dirigir la Iglesia de Inglaterra. Y fue desde ese puesto desde donde, hace también unas semanas, abogaba por la introducción en el sistema judicial británico de algunos aspectos de la sharia, algo que, en todo caso, Williams veía como “inevitable” (ND), y todo ello en un entorno de furibundos ataques a Estados Unidos, cuyo “violento imperialismo”, en su opinión, ha llevado al “peor de los mundos” (ND).

"La destrucción de la figura del padre"

En la guerra interna anglicana, el bando de Williams, aliado de la política multicultural mantenida por el presente y por pasados gobiernos británicos, continúa disponiendo de mayores apoyos por parte de quienes defienden la “tolerancia” como un valor occidental en general, y británico en particular. Pero el obispo de Rochester, en un largo y no menos contundente artículo en la nueva revista política británica Standpoint, volvía a contestar a Williams en términos escasamente evasivos: “Reconocer su jurisdicción (la de la ley islámica) en términos de ley pública está erizado de dificultades precisamente porque se levanta desde un conjunto diferente de asunciones a las de la tradición de la ley de aquí”. Es en este contexto en el que el obispo anglicano ponía en perspectiva histórica y moral a un cristianismo que convirtió a “una multitud de tribus, feudos y reinos mutuamente hostiles” en “una nación consciente de su identidad y capaz de dejar su marca en el mundo”.

Sin embargo, para Nazir-Ali, los años sesenta y su “revolución cultural (…) llevaron el papel de la cristiandad en la sociedad a un abrupto y catastrófico final”: “La destrucción de la familia por la supuesta igualdad de las formas de vida en común; la pérdida de la figura del padre, especialmente para los chicos, debido a que el papel del padre es visto como superfluo; el abuso de drogas (incluyendo al alcohol); la pérdida del respeto por la persona humana que lleva a horribles y salvajes ataques contra la gente; el cada vez mayor abismo entre las generaciones y las clases sociales... La lista es muy larga”, concluye Nazir-Ali.

La "capitulación" de la Iglesia

“Teólogos liberales” y “líderes de la Iglesia” son los responsables de una “capitulación” frente a las “fuerzas culturales e intelectuales del momento”. “Es esta situación la que ha creado el vacío moral y espiritual en el que nos encontramos”, continúa el obispo anglicano. “Mientras el consenso cristiano fue disuelto, nada, excepto quizás una infinita auto-indulgencia, fue puesto en su lugar. Felizmente, el marxismo, en sus varias formas, ha mostrado el sinsentido filosófico, histórico y económico que siempre fue. Pero ahora nos enfrentamos a otra ideología igualmente grave, como es la del islam radical, que también reclama ser totalizadora en su visión”, advierte Nazir-Ali.

“Hemos llegado a la conclusión de que es necesario entender de dónde venimos para guiarnos a donde vamos, y para llevarnos de vuelta cuando nos aventuremos demasiado lejos de la senda de nuestro destino nacional”, concluye el obispo anglicano en su llamada a la recuperación de “una fe cristiana (que) ha sido central para la emergencia de nuestra nación y de nuestro desarrollo”.

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